Yo creo que a la hora de enfrentarnos a comenzar nuestra labor como educadores debemos centrarnos en dos aspectos: nuestra propia formación, a parte de lo que nos han enseñado en la universidad (que no creo que sea para nada suficiente) debemos informarnos, leer, compartir opiniones para sentirnos realmente preparados para ser profesores; y la idea de involucrarnos con nuestros alumnos, sus necesidades, su situación social, familia...
Ya que así conseguiremos seguridad en nosotros mismos y al formar parte de la vida de los niños y tener una buena relación con ellos obtendremos nuestras recompensas, ya que para mí una simple sonrisa de un niño, sus caras de emoción al enfrentarse a un nuevo conocimiento es todo un logro.
Todos podemos innovar si queremos, está claro que el colegio en el que entremos, el equipo docente que trabaje en él, es una gran influencia, pero nos hace falta tener iniciativa, buscar textos de ayuda, opiniones y apoyo en otros docentes para poco a poco ir conduciendo nuestras ideas y los posibles progresos que queremos conseguir.
No debemos caer en la frustración si en un principio no conseguimos lo que queremos, nos hace falta experiencia y una serie de conocimientros previos, pero querer es poder.
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