viernes, 13 de marzo de 2009

Prácticas metodológicas

Hoy en día, todavía es bastante común encontrar en las escuelas la manera tradicional de enseñanza, es decir, los alumnos sentados y callados, escuchando (o haciendo que escuchan) al profesor, el cual sigue rigurosamente el libro de texto (exposición-escucha-memorización-repetición). Digo que es bastante común, pero hay centros y profesores que no siguen esta enseñanza tradicional.
Siguiendo esta metodología se consigue una escasa motivación de los alumnos, que se aburren de escuchar al profesor, entramos en una monotonía de clase, una rutina, que para nada es lo que tiene que haber en el aula. Debemos potenciar la participación del alumnado, usando metodologías activas donde el alumno es el centro.
En esta lectura se sostiene que método y contenido son indisociables, es decir no pueden plantearse de forma autónoma. El método debe centrarse tanto en los modos de enseñar como en los modos de aprender. Pero debemos tener en cuenta que cada estudiante aprende de una forma particular, por lo que conocer cómo funcionan los aprendizajes de nuestros alumnos nos será bastante útil para llevar a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje eficaz.
Como conclusión, decir que todos los métodos pueden sernos útiles en algún momento de nuestra larga carrera, ya que todos los métodos pueden provocar una enseñanza sólida y un conocimiento relevante. Debemos saber en qué momento usarlos en función de los objetivos a conseguir y del modelo pedagógico de referencia. Debemos estar abiertos a la diversidad, combinación y experimentación de varias metodologías, tratando siempre de adaptarlas al contexto socioeducativo del centro escolar en el que nos encontremos.

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