jueves, 12 de marzo de 2009

La aventura de innovar

La aventura de innovar posee un largo trayecto basado en una escuela democrática, porque para avanzar hay que progresar, adaptarse al avance de la sociedad, del mundo.

En una escuela democrática, se aprende con los alumnos y de los alumnos, ellos traen la realidad a la clase, al interior de la escuela. Pero esto no podemos conseguirlo sino lo ponemos en práctica, y esto no ocurre si poco a poco la creatividad, la crítica , la provocación, la resistencia... comienza a formar menos parte de nuestra educación.

Lo peor es que la escuela pública no toma esa actitud democrática y poco a poco va esa actitud de educar en valores desapareciendo, pero cuando esa enseñanza de valores llega a las aulas no se aplica y eso es lo que sucede.

Los espacios no son participativos, no son deliberativos, no son de acción cooperativa... estos se resumen en un maestro donde los niños hacen lo que el diga y no toman parte en su proceso de apredizaje dejando a un lado ese clima cálido que facilita que un niño se conforme como persona.
El debate, la opinión, las asambleas... hacen crecer y desarrollar la actitud del niño, le hacen formarse como persona siendo crítico, basándonos en la igualdad, solidaridad, educando en la diversidad.

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