miércoles, 18 de marzo de 2009

Currículo basado en competencias

A lo largo de las lecturas que hago de la asignatura, del blog, de las escogidas por la profesora, de la bibliografía y otras relacionadas, más me doy cuenta de que todos estos autores (Echeita, Santos Guerra, Garagorri, etc) están preparando desde un marco teórico, pero también práctico de desarrollo de esos contenidos y concepciones en la escuela, la necesaria articulación de una ESCUELA INCLUSIVA. Todas, todas estas lecturas, constituyen, divididas en distintos puntos, porque tienen que abarcar todas las dimensiones posibles para que se haga realidad, el todo que hará en un futuro, espero próximo, a la escuela un lugar donde se prepare a l@s niñ@s por y para la vida. Donde se formen personas activas, participativas, reflexivas sobre la realidad, abiertas a las diferencias y a una convivencia pacífica.
En cuanto a la lectura, esta nueva concepción de competencia, tal y como la presenta el autor (y no como “un cambio de vestido” para seguir haciendo lo mismo), me parece muy interesante, y es la expresión curricular para realizar ese planteamiento teórico de construir mentes críticas y participativas, y de formación integral de la persona para la vida, y así avanzar hacia la posibilidad de una democratización, que contaría con personas capaces de pensar con criterio sobre la realidad, y de no conformarse con “lo que hay” o lo que nos imponen. Todo ello con el fin último de que TODOS puedan desarrollar una vida plena, eliminando las barreras que hacen que esto no se llegue a conseguir.
En este modelo. Competencia es entendido como una serie de conocimientos, experiencias y actitudes que forman personas, “que no desembocan forzosamente en competencias para resolver problemas, sino que sirven para comprendernos a nosotros mismos, a la sociedad y a la naturaleza”. El concepto de “competencia” se articula en el currículo como competencias generales o transversales y competencias específicas o particulares; determinándose si es básica o es clave en función de la importancia de dicha competencia para el logro de las finalidades educativas a lo largo de la vida. Todas las competencias hay que desarrollarlas, sin presuponer que por trabajar un tipo estamos trabajando el resto, intentando articularlas de manera integral, traduciéndose en conceptos, procedimiento y actitudes que se trabajan de forma integrada y no compartimentada.,
Es necesario desvincular el sentido de competencia desde el planteamiento tradicional con el que se ha vinculado la educación formal, siendo demasiado académica y dedicándose a formar personas “almacén”, que además son dependientes y nunca llegan a “aprender a aprender”, ni a proseguir su formación autónomamente, interesados en aprender a lo largo de toda la vida.
Me despido con una frase de Murphy: “Cuando el hombre aprenda sobre sí mismo, habrá aprendido sobre el universo”

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