Las competencias en la educación escolar.

Las competencias en la educación escolar.

Las competencias parecen haber surgido como un enfoque novedoso, de esos que llegan rápido y con fuerza, hasta que aparece otro mejor y desaparecen. En estos momentos, podríamos estar en ese punto efusivo en el que se están dando a conocer, pero en realidad, deberíamos pararnos a estudiar con detenimiento el modelo que nos plantean las competencias y la manera que tienen de ayudarnos a afrontar los problemas y a buscar soluciones, pues visto desde ese prisma, no parecen una moda pasajera.
No estoy diciendo con ello que sean el remedio milagroso a todas las carencias que tiene la educación, pues como a todos nos han enseñado en algún momento, lo que funciona para algunos, no funciona para otros, pero yo añado, si funciona, aunque sea con unos pocos, deberíamos intentarlo ¿no?
Un día en clase, vimos una película en la que la directora del centro se sentía tremendamente ofendida con los métodos poco ortodoxos que usaba una profesora. No le gustaba su manera de llevar la clase por que tenia métodos poco prácticos a largo plazo (no eran método de “rutina-aburrimiento”), pero si bien eran poco prácticos estaban dando resultados extraordinarios. ¿Debemos como profesores buscar el mejor rendimiento de la mayoría, dejando atrás a los que necesitan otro tipo de ayuda? ¿No sería mejor que todos pudiesen avanzar al ritmo que sea?
Quizá me estoy desviando del tema principal, que son las competencias, pero es que si me paro a reflexionar, me sugiere muchas preguntas aun no resueltas que hacen que me distraiga de lo que estábamos tratando al principio.
Las competencias están surgiendo ahora como una moda, pero yo creo que pueden llegar a ser algo más que una moda, si les dejamos “colarse en nuestra clase”. La cuestión es que si no buscamos innovar de nada nos sirve ni una competencia ni el remedio experimental de la cura del aburrimiento, por decir algo. No perdemos nada con darle una oportunidad que parece estar funcionando.